Los alcaldables que menos derrochan
La falta de medios económicos ha obligado a algunos candidatos a asumir repartos de publicidad y actividades propagandísticas
Guillermo Rocha es candidato, pero también conduce el coche con la megafonía del partido. // Iñaki Abella
Afrontar una campaña electoral es posible si se dispone de miles de euros; pero también si la buena voluntad es el principal recurso con el que se cuenta. Converxencia Galega y Esquerda Anticapitalista se estrenan en los comicios municipales de Vilagarcía. Y lo hacen, al igual que Ivil, exprimiendo al máximo los limitados medios a su alcance
Pese a que José Luis Rivera Mallo lleva años en la política municipal e Ivil cuenta a día de hoy con un concejal en la corporación municipal, el alcaldable no ha dudado en asumir la delicada coyuntura económica y reciclar los carteles sobrantes de otras elecciones, que estos días pueden verse en las calles.
Guillermo Rocha es el candidato a la alcaldía de Converxencia Galega. No obstante, a este abogado no se le caen los anillos por ponerse al volante del coche con la megafonía de su partido para tratar de convencer a los vilagarcianos de que le den su voto. Este es el primer año en el que este partido, surgido de las cenizas de Terra Galega, concurre a los comicios municipales. Y lo hace modestamente, sin banderolas ni publicidades en grandes paneles. La formación cuenta con un coordinador de campaña aunque, tal y como reconoce el propio Rocha, la mayor parte de las actividades propagandísticas han sido organizadas "a salto de improvisación", pues son los integrantes de la lista los que se encargan de este trabajo, que compaginan con sus empleos.
En los últimos días el alcaldable de Converxencia ha "pateado" Vilagarcía repartiendo publicidad y pidiendo el voto a los vecinos. Algo que, en su opinión, ha causado una buena impresión en la población. "La gente responde muy positivamente y se muestra receptiva al ver que es el propio candidato el que se dirige a ellos", asevera Rocha.
También limitados son los medios de Esquerda Anticapitalista, partido que dirige el antiguo miembro de Esquerda Unida Mariano Ibáñez. Esta formación, al igual que Converxencia Galega, lleva días intentando hacerse notar en el panorama político local contando apenas con el "esfuerzo personal" de sus miembros.
"Intentamos llegar hasta donde podemos", asevera Ibáñez, que ante la falta de fondos ha tenido que confiar en el poder del "boca a boca" para conseguir votos.
Han sido alrededor de 700 euros los que los anticapitalistas han podido reunir para la campaña. Cuantía que se les ha ido en la impresión de carteles y de programas electorales.
El candidato a la alcaldía de esta formación cree, no obstante, que puede haber un hueco para su partido en el Concello de Vilagarcía. Y es que Ibáñez considera que la contestación social del Movimiento 15-M es una muestra de que la ciudadanía demanda una política diferente.
Las obligaciones laborales de Ibáñez, que pese a ser biólogo trabaja como vigilante nocturno de seguridad, le impedirán dedicarse a seguir los resultados electorales el domingo. "En nuestro partido no somos ni políticos ni sindicalistas profesionales", indica el candidato de un partido que tampoco disponer de local.
Tampoco en Converxencia Galega tienen sede todavía, y por eso los miembros de esa formación se reunirán el domingo en una cafetería para hacer un seguimiento del recuento de votos de las urnas.
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